A
principios del mes de Septiembre de 1947, Francisco Sanmartín
limpiaba las cunetas de la vía pública y todas las fuentes
públicas.
Aquella misma tarde se vio a un fotógrafo por la zona, realizando un reportaje por las calles
de la población que según contaban había contratado sus servicios
el Ayuntamiento.
En
Valencia, en la tienda Hija de Dolores Suay ya se parecía esperar a los de Quart que todos los años renovaban indumentaria municipal. En este caso se encargó una gorra nueva para el alguacil José Griñó Monzó que costó
30 pesetas y que estrenaría el primer día de las fiestas patronales.
También
los vigilantes nocturnos José Gimeno y Moisés Esteban estrenaban, en este caso, dos armas de fuego cortas de la fábrica de “STAR, Bonifacio
Echeverría S.A” de la localidad guipuzcoana de Éibar. En Julio del mismo año ya se
había comprado 105 pesetas en munición al Parque de Artillería de
Valencia.
Antes
del inicio del curso escolar, las escuelas empezaron a ser limpiadas
con especial dedicación: Carmen Monzó se hizo cargo de la escuela nº1
junto a Emilia Campos que limpió la de párvulos y Teresa
Sanmartín que también se encargó de la Escuela nº3. Tomasa Antón se encargó del adecentamiento de las Escuelas de
Doña Dolores Torres.
Enrique
Llorens compró peladillas, bombones y demás dulces para obsequiar a
los niños de las Escuelas en la apertura de curso. (Nota:
la factura ascendía a 191 pesetas en peladillas).
Las
obras de pavimentación y urbanización de la calle de Numancia se
realizaron, aprovechando que iba a realizarse el proyecto de
rectificación, construcción y cubrimiento de la acequia que transcurría por la misma.
Un
vagón con piedra labrada en curva para bordillo procedente de Villamarchante, llegó a la
Estación del ferrocarril.
Jose Soler, Antonio Sanchis
Espinós y José Sanmartín Gimeno se encargaron de descargarlas del muelle de la
Estación y fueron transportadas en carros a la misma calle Numancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario