Aquel día entró en vigor una nueva normativa que obligaba a que todos los vehículos circularan por las vías provinciales provistos de la correspondiente tablilla matrícula.
Quart tenía un número considerable de carros que fueron adaptándose a golpe de bando y edicto. A fin de evitar a los vecinos las multas y responsabilidades derivadas del incumplimiento de estos preceptos legales, los señores concejales también fueron haciendo campaña en ese sentido.
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