domingo, 4 de mayo de 2014

#24 de Diciembre de 1955:

Un cadáver anónimo apareció en el cruce de la carretera de Aldaya. Lo encontró María Soriano Martínez que rápidamente informó al Ayuntamiento. Media hora después Ramón Astor Sanz llevaba en su Taxi al médico forense y al señor Juez al lugar para hacer el levantamiento del cadáver.

Tras el levantamiento, Gabriel Timoneda Sanmartín lo trasladó en su carro hasta el depósito del Cementerio de la Villa donde María le dio santa sepultura. El Ayuntamiento le pagaría días más tarde 50 pesetas por las gestiones así como 20 pesetas al señor Timoneda por el traslado y 30 pesetas al señor Astor.

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