Tras llegar
a un acuerdo con el Ayuntamiento, Tomás Arnau Alcaide aprovechó que
iba a realizar obras en el interior de su vivienda del número seis de la calle de Nuestra Señora del Pilar para derribar la pared del Portalet . Fue el 14 de abril de 1953. El vacío del Portalet
dejó cierta anchura como para que pudieran acceder los
vehículos hasta la misma plaza de la iglesia.